Miércoles 2 de noviembre de 2022
Una pregunta previa. Para normalizar a esta sociedad, ¿vale absolutamente todo?. Lo digo porque el Colegio de Periodistas Vascos otorgará en gran velada el premio Periodismo Vasco 2022. Lo concede como Asociación Vasca de Periodistas a los informadores cuyo trabajo “ha sido ejemplo y orgullo para esta profesión”
La Asociación Vasca de Periodistas debería premiar el buen periodismo y guiarse por la neutralidad, no por premiar al periodismo antinacionalista, como lo está haciendo en este año. Sinceramente, hay que sentir una gran decepción.
¿Quién es Luis Rodríguez Azpiolea?.
En perfecta sintonía con la estrategia de los partidos socialista y popular fue uno de los arietes contra el Lehendakari Ibarretxe. Mi experiencia con él, cuando denuncié los excesos del rey Juan Carlos, fue deplorable. Con el tiempo se ha demostrado que fueron grandes encubridores. No creo sea un periodismo ejemplar.
A través de su medio trató de hacerle el mayor daño posible al Lehendakari. Desde su estratégico minarete, no podía tolerar que el Lehendakari planteara en el Parlamento Vasco y que allí se debatiera la Ley de Consulta y nos dio una grave noticia. En las ediciones del 10 y 11 de julio 2008 sostenía que un significado miembro de la izquierda abertzale había avisado al Lehendakari que ETA no cometería atentados en los días previos y posteriores al 27 de junio, cuando el Parlamento Vasco debatió y votó el proyecto de ley de consulta.
Aquello era una evidente iniciativa destinada a reventar y poner bajo sospecha aquella iniciativa democrática por lo que el Gobierno Vasco se querelló contra El País y contra Rodríguez Azpiolea aduciendo que el periodista no había contrastado la grave información publicada no habiéndose respetado además ni las más elementales normas deontológicas que regulan la profesión periodística.
Esta querella fue toda una pedrada contra la forma ligera con la que venía trabajando este responsable de la sección de política de El País. Sin embargo la Justicia española acudió en su socorro, demostrando una vez más la impunidad con la que actúa cierta prensa y el nivel de frivolidad que estaba dispuesta a aceptar.
Por eso el titular del juzgado de instrucción número 36 de Madrid, Juan Antonio Toro, ordenó archivar la querella del Lehendakari al considerar que no había existido delito de injurias en la información que sostenía que Ibarretxe había sido alertado de una minitregua de ETA. El auto consideraba que la información no podía considerarse injuriosa. La defensa de Ibarretxe, ante semejante arbitrariedad, lamentaba que el instructor no hubiera aceptado la realización de pruebas fundamentales, ni hubiera atendido su petición para que el Ministerio del Interior informara sobre si los servicios policiales y de información habían tenido constancia de que ETA hubiera decretado una supuesta mini tregua en esas fechas.
EL daño estaba hecho, la sospecha lanzada, pero también, la malla de protección a la mentira, puesta en funcionamiento. Y, una vez más, ahí quedó todo. En una democracia normal la querella hubiera prosperado. En España no. Lo ocurrido con el secuestro de El Jueves había sido una excepción. Entonces se trataba de proteger a la Casa Real. La democracia de baja calidad en la que vivimos bajo ETA demostró una vez más su cara más fea.
Y Rodríguez Azpiolea envalentonado escribió tras la eficaz campaña que había realizado en El País para llevar a Ajuria Enea a Patxi López y para justificar el pacto PSOE-PP, solo en ese puntito del mapa, lo siguiente:
“Las cosas no van a ser iguales porque el Gobierno de Zapatero vaya a cambiar su estrategia de firmeza contra ETA. Al contrario. Van a cambiar porque al frente del Gobierno vasco ya no está Juan José Ibarretxe. Ahora hay un lehendakari, Patxi López, que quiere apurar todas las posibilidades que le ofrece su cargo para afrontar el principal déficit en la lucha contra ETA: su deslegitimación social.
“A esa lucha le faltaba un ingrediente para acelerar su final: el liderazgo de Ajuria Enea y la movilización social, perdidos en la década (1999-2009) en que Juan José Ibarretxe ocupó la Lehendakaritza”.
Está hoy jubilado y recibe un importante premio, sin haberse retractado de su acción. No dudo que con lo que sabe hoy y su indudable experiencia, no hubiera hecho lo que hizo pero él era un engranaje más de la máquina del poder español que no admitió una acción democrática de un gobierno democrático. Y sin embargo le premian. La Asociación de Periodistas vascos le ha concedido el premio anual de 2022 y yo conté lo que estoy contando aquí, cosa que me imagino, le sentó muy mal, como a mí que le dieran semejante premio como antes se lo habían dado a Iñaki Gabilondo. Un buen periodista no es eso. Un buen periodista es el que informa aunque eso le cueste un disgusto.
Y es que hay más.
Corría el verano del año 1981. El Gobierno Vasco había creado HABE como Institución para la enseñanza del euskera a personas adultas. En setiembre de 1981 comenzó la labor de los cuatro euskaltegis-piloto en Donostia, Bilbao, Gasteiz y en Hondarribia en régimen de internado. Era una apuesta clara por la profesionalización del sector y por una oferta de corte académico. La situación socio laboral de la época permitía la oferta de cursos de 5 horas diarias con un marcado grado de eficacia y eficiencia contrastado en sistemas similares para el aprendizaje del inglés. “Nihil novum sub solem”. Había escepticismo, pero el primer curso programado de setiembre de 1981 a febrero de 1982 funcionó correctamente. Los resultados saltaban a la vista. Se podía aprender euskera, en un régimen académico, profesional y en un período razonable de tiempo alcanzar un nivel básico que sirviera de base al aprendizaje posterior, sin tener que estar toda la vida dando vueltas a lo mismo. El boca a oído funcionó y había lista de espera en la matriculación para el segundo curso en los cuatro euskaltegis (lugares de aprendizaje del euskera) de HABE.
La UCD estaba en las últimas, intentaban desesperadamente abrirse a un mundo que no era el suyo. El Gobernador civil de Gipuzkoa era, a la sazón, Aristegui, el padre del diputado y embajador suspendido Gustavo Aristegui del PP. Su padre falleció después en un atentado-bomba en Beirut. El Gobernador civil llamó a Ramón Labaien, Consejero de Cultura interesándose por la posibilidad de que cuatro policías nacionales se matricularan en el euskaltegi de HABE, recién inaugurado por el Gobierno Vasco en sus cursos intensivos de cinco horas al día. El Gobierno Vasco entendió que eran ciudadanos como los demás y que les asistía el derecho, con la indicación de que asistieran en las mismas condiciones que los demás alumnos, -a nadie se le preguntaba por su profesión-, y por supuesto sin armas, en el convencimiento de que nadie podía ser discriminado por su profesión, y menos cuando de lo que se trataba era de aprender euskera. Así se lo hizo saber Amatiño al Gobernador y, posteriormente, los policías se matricularon con normalidad para el nuevo curso que iba a comenzar en febrero de 1982 con una duración prevista de cinco meses hasta finales de julio de 1982.
Comenzó el nuevo curso en la primera semana de febrero. En el euskaltegi de Donostia en la calle Andía número 13, planta sexta. Hasta que el Gobierno Central transfirió este edificio al Gobierno Vasco, en el primer paquete de transferencias, ésta planta era durante la dictadura el piso oficial del Ministro de Jornada de turno. Había estado abandonado desde 1976, aunque el Delegado Provincial de Cultura lo usaba ocasionalmente o alojara allí determinado tipo de visitas. Un símbolo del cambio que se estaba produciendo en Euzkadi: de piso oficial de ministro franquista a sede de un euskaltegi oficial. La ubicación del euskaltegi, la de “Euskadi Irratia”, en la séptima planta y la de “Antzerki” (Teatro) en la planta baja del mismo edificio permitió que ciudadanos que jamás habían accedido a este singular edificio que mira al Paseo de la Concha, a los jardines de Alderdi-Eder y al Ayuntamiento donostiarra y marca impronta en el filo de las calles Andia y Miramar, reencontrarse con servicios culturales proscritos ayer, oficiales, hoy.
Probablemente, mucha gente no estaba preparada para tamaño salto. El claustro de profesores del euskaltegi estaba formado por profesores jóvenes que rondaban los 26 años y, prácticamente sin experiencia laboral alguna, salvo algunos provenientes de euskaltegis de iniciativa privada que entendían era el momento adecuado para oficializar el euskera, su enseñanza y uso con todas las consecuencias. El mundo de HB no era partidario, también aquí tenían su alternativa popular innegociable: AEK.
En este contexto, llegó el momento de la matriculación y los policías nacionales optaron por rellenar todas las casillas de la ficha de matriculación. Profesión: policía nacional. La noticia corrió como un reguero de gasolina. Las asambleas estuvieron al orden del día: las de alumnos y las de profesores. Todos a una: ¡a la calle!, ¡los policías nacionales al cuartel!. Guerra sin cuartel durante más de dos meses. Unanimidad entre el profesorado, unanimidad en el alumnado. El Gobierno Vasco y la dirección del euskaltegi se quedaron solos y en ayunas.
Entre los alumnos que encabezaron la revuelta destacaba un grupo de gente que provenía del mundo de los expoli-milis recién reinsertados, gentes de Euskadiko Ezkerra y periodistas de ese mundo que se aprestaban a aprender euskera. Luis Rodríguez Aizpiolea era uno de ellos. En su favor hay que indicar que fue el único de ese grupo que inició y terminó el curso, que se presentó a la prueba final y que la aprobó.
Los meses de enero, febrero y marzo de 1982 fueron realmente duros. En algún momento sólo se pudieron impartir clases a los cuatro policías nacionales. El resto de los alumnos -130- estaban de huelga. Sólo un profesor, de los 60 que componían la plantilla de HABE, se prestó voluntario a dar las clases: Patxi Villamor, conocido cantautor vasco. Lo intentaron, pero la presión de los medios fue impresionante, -hay que leer la hemeroteca de aquellos meses-. Los jardines de Miraconcha se llenaron de policías secretas. Los policías nacionales comenzaron a venir armados. El Gobierno Vasco aguantó el tipo, pero les indicó que con armas en clase, no. Al final los policías nacionales tiraron la toalla y se retiraron. Las clases volvieron a la "normalidad". Luís Rodríguez Azpiolea, el ahora constitucionalista, había ganado la batalla contra el Gobierno Vasco y contra el PNV. Luego, cuando llegó a Madrid, cambió de bandera y fue uno de los críticos más acerbos contra ETA, su entorno, el PNV e Ibarretxe. Eso es lo que se está premiando. ¿Hay que callar?. No pienso.
Algunos creen que el tiempo hace que todo se olvide y por eso con evidente superficialidad se le premia, cuando hay tantísimos periodistas que han sufrido persecución de unos y de otros que jamás son tenidos en cuenta. Un ejemplo los tres de Deia que se sentaron en el banquillo por ridiculizar a un rey que cazaba osos borrachos. Ante eso, Azpiolea, callaba. Pero es premiado.
¿Qué criterio es el de la Asociación de periodistas Vascos?.
Pues uno y muy lamentable. Parcialidad e Injusticia. ¿Creen de verdad que es un ejemplar ciudadano?, ejemplar ciudadano. Es la Euzkadi anestesiada que se está construyendo. Nada vale nada.
Monika Hohlmeier (Presidenta de la Comisión de Control del Parlamento Europeo, Eurodiputada por Alemania), afirma no saber qué ha hecho el gobierno de España con 11.500 millones de euros.
https://www.youtube.com/watch?v=aDTc1SeI9Js
Publicado por: Sony | 11/04/2022 en 09:24 p.m.
Pues por lo que cuenta de Azpiolea, tiene usted razón, no obstante, por mirarlo de otra forma, este mal hacer de los periodistas españoles, que callan noticias, se inventan otras, exageran unas, minimizan otras, insultan, hacen política, salen impunes en los tribunales, etc., lo hemos visto en una larga ristra de personajes (Prego escondiendo que Suárez había impuesto la figura del rey en la constitución, pues sino no salía, ¿y a quién le importa lo que piense el pueblo español en una democracia?, lo de siempre...), pero es que esas mismas prácticas que miserablemente emplearon con Ibarretxe, son el pan nuestro de cada día en el actual periodismo español, luego pasaron a hacerlas entre PP-PSOE y finalmente peleas entre distintas derechas y distintas izquierdas y en la actualidad peleas utilizando la prensa dentro de los propios partidos (a parte de cloacas del estado, de encubrir ayer a Juan Carlos y hoy a Felipe, que mañana a Leonor, etc.), es lo que ocurre con los Azpioleas, "Primero fueron a por los nacionalistas vascos y como yo no lo era..., luego fueron, etc. y ahora vienen a por mi", "cría cuervos y...", pero hoy existe Internet y cada vez el mundo es más pequeño, puede seguir habiendo Azpioleas, pero cada vez los conocemos todos mejor, la prensa española tiene muy mala imagen internacional y dentro del propio estado.
Publicado por: Sony | 11/04/2022 en 11:35 p.m.
Que gracioso ver cómo a los supuestos "constitucionalistas" españoles, les importa un pimiento lo que ocurre con la renovación del sector judicial en España, es que estos falsos constitucionalistas o pseudo constitucionalistas o constitucionalistas de pega, no te duran ni a la más mínima.
Publicado por: Sony | 11/04/2022 en 11:40 p.m.
Y otra cosa, en España los premios de periodismo, a "intelectuales", a asociaciones, etc., se los dan siempre a los mismos, a los que están en un circuito, a los que tienen un perfil determinado y muchas veces, se los dan entre amiguetes de la misma cuerda, y eso lo sabemos todos, por lo que a menos que sea por algún otro motivo..., esos son los motivos por los que se ha premiado a Azpiolea, no por ser un gran periodista, sino por cumplir con el perfil, no por hacer lo que debía, sino por hacer lo que se esperaba de él y así de mal va España, claro, lo malo es que estas cosas, que tan mal van en España, se vayan pegando por Euskadi, de momento da para al menos una reflexión, no es bueno importar cosas que no funcionan.
Publicado por: Sony | 11/05/2022 en 02:00 a.m.