Domingo 13 de noviembre de 2022
Fui al funeral en Durango de Leopoldo Zugaza. Tras la misa y el pésame a la familia saludé a D. Andrés Manterola, quien a sus lúcidos 88 años coofició la ceremonia. "Tienes que escribir con más mala leche. La sociedad está dormida” me dijo. Con esta bendición eclesial, le haré caso. No hay más que mirar alrededor. Narcis Serra, ministro de Defensa, sin el menor rubor nos dice que sabía y protegió las andanzas del rey Juan Carlos. Su hijo Felipe VI, permanece mudo ante el escándalo de la no renovación del Poder Judicial, consagrado en una Constitución que dice defender, como la defendió de mala manera ante el Procés. Al asesino Queipo de Llano, aplicando la ley de Memoria Democrática, lo exhuman de la Macarena y Feijóo dice que hay que ocuparse de los vivos y no de los muertos. El País le hace una repugnante entrevista a José Barrionuevo y le titula benevolentemente diciendo que “Yo ordené liberar a Segundo Marey”. Estoy seguro que si El País se hubiera tomado en serio a los Gal, presumiblemente no hubiera habido tantos muertos y, a Rodríguez Azpiolea, el Colegio de Periodistas Vascos le da el premio Periodismo vasco 2022 como “ejemplo y orgullo de esta profesión”, cuando el gobierno vasco le presentó una querella por inventarse una información dañina contra el Lehendakari Ibarretxe. Efectivamente, hay que tener más “mala leche”.