Sábado 31 de diciembre de 2022
Se notan más cuando en el horizonte hay elecciones. Flotan en los vaivenes de la política con suavidad de nenúfares. Nadan con elegancia de cisnes. Escapan a los compromisos ideológicos, a las responsabilidades administrativas, a las lealtades de partidos y a la gratitud personal. Son rotundos en sus declaraciones sonoras y, naturalmente, vacuas. Saben sonreír. Son acomodaticios y amables, buenos anfitriones, alegres comensales y su esfericidad se reviste, siempre, de una iridiscente cutícula de cultura de "best sellers", y de restaurantes famosos. Se les ve en todas las letras negritas de los periódicos. Sonríen acartonadamente y están preocupados por la guerra de Ucrania pero no han dado un euro para subvenir alguna que otra necesidad de los dolientes. Preparan las nueve comidas que harán con sus amigos antes de la Navidad. Se les requiere. Sin ellos parecería que falta algo.