Lunes 12 de diciembre de 2022
Fueron varios los que pasaron por el stand de Elkar en la Azoka de Durango. Uno de ellos fue Periko Ibarra, abogado laboralista, catedrático de Ciencia Política de la UPV. Ha sido además profesor visitante en Florencia, Nevada, Burdeos y Barcelona.
En la Azoka anterior a la pandemia, presentamos en el stand de la editorial Pamiela y de manera conjunta, él su libro “Memorias del antifranquismo en el País Vasco, y yo, ”Obediencia Vasca” sobre la petición del PNV al PSE en 1939 para que todos los Consejeros del Gobierno Vasco, tuvieran Obediencia Vasca.
En aquel libro de Ibarra aparece muy bien diseccionada la oligarquía vasca habitante en Neguri del que era él uno de sus más claros exponentes hasta que con su mujer, Soledad Oriol, lo dejó todo.
Fue pues muy interesante que nos comprara el libro y que nos anunciara una reflexión sobre el mismo.
La encrucijada en la que se encuentra la sociedad española (no muy distinta que la que existía a la muerte de Franco, aunque con alguna matización).
En estos momentos se observan tres grupos, A. los que añoran una involución democrática, B. los que por miedo o asumiendo partes de las ideas de los involucionistas, consideran que aunque lo que tenemos dista mucho de ser perfecto en términos democráticos, piensan que mejor esto que se produzca una involución democrática, C. los que quieren un avance democrático y que eso solo se puede producir, no con la idea de transición fallida, sino con una ruptura total con las estructuras que se han heredado del franquismo y que impiden ir hacia una democracia de alta gama.
En el fondo si se observa la transición, tenía problemas similares, 1. estaban los que querían mantener el franquismo, 2. luego los que querían pactar con el mismo, cediendo cada parte algo y 3. finalmente los que decían que en una democracia no cabía ninguna de las estructuras fascistas (como se hizo en Italia y Alemania tras la guerra, no trasladar ninguna estructura fascista a las nuevas repúblicas, es decir, romper del todo con el fascismo).
Pero ahora hay una diferencia con respecto a la transición, entonces muchos "pensaron" que el planteamiento de el medio, el 2., era el mejor, porque era el intermedio, uno en el que todas las partes cedían algo y así se evitaban conflictos, aunque el precio a pagar eran cesiones ante el fascismo (lo que no se hizo en Alemania e Italia).
Ahora, I. el volver a una involución (puede ocurrir), dañaría al país gravemente, II. el mantener las cosas como están, con algunas de las estructuras heredadas del franquismo, está resultando que no funciona, que tu país siempre es un país raro, algunas de sus instituciones tienen cuadros, descendientes o maneras propias de la dictadura y es que tras haberlo intentado..., ¡pues que no funcionan democráticamente en una democracia y además la perjudican seriamente! y su democracia de bajo nivel, III. la ruptura o una evolución que mantenga todo lo democrático que existe en el país, desterrando para siempre lo que no (como se hizo en Italia y Alemania, pero allí se hizo de golpe una vez y aquí vamos por partes).
Tengo la sensación de que el tema se va a enquistar y va a ir degenerándose y vete a saber por donde tirará la cosa.
- NO DEJA DE SER IRÓNICO, COMO LA INTERVENCIÓN DE LA ALEMANIA NAZI EN LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA, AYUDÓ A GANAR AL FRANQUISMO, ALGUNAS DE CUYAS ESTRUCTURAS HEMOS HEREDADO, MIENTRAS QUE EN ALEMANIA EL FASCISMO FUE ERRADICADO.
Publicado por: Sony | 12/12/2022 en 09:39 p.m.