Domingo 16 de abril de 2023
El presidente estadounidense Harry Truman tuvo una hija. Se llamaba Margaret y desarrolló una carrera artística y polifacética que obtuvo el reconocimiento de la crítica Sin embargo, como toda persona con apellidos conocidos, la sombra de su padre estuvo siempre presente a la hora de evaluar su carrera. El hecho de que su debut como profesional con la Orquesta Sinfónica de Detroit, cuando su padre ya se alojaba en la Casa Blanca, inevitablemente levantó sospechas de que su fama procedía de su apellido más que de su voz. Y a pesar de haber actuado en más de treinta ciudades y haber sido capaz de congregar más de 15.000 personas en alguno de sus conciertos nunca consiguió sacudirse de encima las acusaciones de favoritismo. Por eso tras una actuación en Washington, el crítico Paul Hume escribió que ella “no puede cantar muy bien”. Al día siguiente, el presidente le hizo llegar una carta en la que calificaba la crítica de pésima y amenazaba a Hume de que si lo encontraba por la calle “necesitaría una nariz nueva”. Los asesores del presidente creían que el incidente perjudicaría su imagen pública. ”Esperad a que llegue el correo. Apuesto a que el 80% estarán de mi lado”, les respondió Truman. Una semana más tarde llegaron miles de cartas a la Casa Blanca y tal como había pronosticado Truman algo más del 80% le daban la razón. ”Vuestro problema, chicos, es que no entendéis la naturaleza humana “espetó a sus ayudantes.
No soy partidario de resolver los problemas pegando puñetazos en la nariz pero leyendo cierta prensa y viendo ETB parecería que los vascos el 28 de mayo le van a dar un sonoro puñetazo electoral en la nariz a todos estos profetas del desastre que ocupan las primeras noticias de la televisión pública vasca y lo digo en una semana en la que Euzkadi registraba un record de cotizantes de la Seguridad Social y la cifra de paro más baja desde 2008, a pesar de la pandemia y la guerra rusa en Ucrania. Si vamos al turismo, mejor no comentar nada. De cero patatero gracias a la acción armada de los que ahora nos hablan de la industria turística, al lleno de Semana Santa por lo que sigue pareciendo mentira que algunos aplaudan y crean el discurso antisistema de sindicalistas cuyo programa es la huelga por la huelga, el conflicto por el conflicto, como dicen con jactancia, y la prueba la tenemos en que no les importa nada hacer una huelga en un hospital, traspasando todas las líneas rojas de insalubridad habidas y por haber sin medir el riesgo de infección que su sucia puesta en marchapone en marcha para reivindicar cuestiones planteables de otro modo más civilizado o anunciar una huelga a una semana de las elecciones, sin que ellos, que tienen la posesión absoluta de la verdad, se presenten a esas elecciones. Todo esto es algo que no tiene absolutamente nada que ver con un sindicalismo serio y defensor de los trabajadores y de un país al que se quiere. A esto se le llama simplemente mentalidad destructiva.
Incineradora, un muerto cada hora
No sé si recordarán ustedes el clima que se vivía en Bizkaia a cuenta de la apuesta de la Diputación por construir una incineradora, Zabalgarbi, siguiendo las directivas comunitarias europeas, organizando viajes a Londres, Holanda, Alemania y Suiza, para que los más vociferantes comprobaran como dichos servicios estaban en el centro de las ciudades y no pasaba nada. Aquí sin embargo, aparte de los mil colectivos que se crean siempre alrededor de una pancarta para ir contra todo lo instituído, sin más argumentos que introducir el miedo, nos asaron durante años a una gran tensión. En nuestro caso hasta tener delante de casa el coro habitual, así como romper actos como en el Parque Etxebarria o en Akarlanda al grito de “incineradora, un muerto cada hora”, o “como miente, la diputada de medio ambiente”. Han pasado 20 años y a Zabalgarbi se le ha unido Zubieta, y aquí nadie ha fallecido por contaminación ni sus pulmones detectan dosis peligrosas de furanos y lindanos. ¿Alguien de ese mundo tan dogmático y pancartero, tan belicoso montando la bronca ha reconocido algo?. Y es que el objetivo no era solucionar el problema de las basuras sino montar una matrix de opinión opositora. El no tener razón, era para ellos, lo de menos. Pasará lo mismo con la Y vasca. Si algún día se termina, serán los primeros en utilizarla y jactarse de ella..
Podía contra decenas de casos que un Notario Mayor debería registrar para invalidar cualquier propuesta tercermundista de gentes tan desaprensivas como aquel Puerta a Puerta que llenó de basuras municipios de Gipuzkoa cuando gobernaron, ya se conoce su talante impositor, pero como aquí, nadie pasa factura por nada, vuelven a presentarse a las elecciones llevando en su cabeza a uno de esos sabios manipuladores de la realidad.
Finlandia y Suecia en la OTAN
Viene bien recordar estos frenazos, con silenciosa marcha atrás, al calor de hechos concretos como el ocurrido el pasado 4 de abril, Finlandia decidió abandonar su exquisita neutralidad y unirse a la OTAN, en respuesta a la invasión de Ucrania, un hecho que hizo aumentar hasta el 80% la inclinación de la opinión pública de ese país a querer formar parte de un club democrático compuesto ya por 31 países. Suecia espera superar el veto de Turquía. Todos los países nórdicos, forman parte de este club defensivo creado el 4 de abril de 1949 en plena guerra fría y en aquel año en el que la Unión Soviética explotó su primera bomba atómica. Ha hecho falta que las barbas del vecino han visto pelar, para poner las suyas a remojar, porque aquí el único imperialismo agresivo y asesino ha sido el de Rusia, invadiendo Ucrania.
Y es bueno recordar que tras la II Guerra en el continente, la OTAN tiene como balance que no haya habido una sola guerra entre los países miembros y que todos los que han accedido a un sistema democrático, lo primero que han solicitado ha sido la entrada en una asociación militar defensiva, no ofensiva, pese a lo que dicen los nostálgicos de aquella Unión Soviética, que para sorpresa, los tenemos de nuevo y puño en alto muy aguerridos en pueblos y ciudades vascas. Sus padres no les han enseñado nada de los valores de una democracia y por tanto, no han aprendido ni lo básico en una convivencia, pintan con una Z los batzokis y tienen argumentaciones de gente sin un mínimo de sesera. Y si lo dudan, que pregunten en Finlandia o en Suecia.
En un contexto internacional marcado por la existencia de los dos bloques surgidos tras la Segunda Guerra Mundial y en un clima de amplia tensión bajo los ejes del Pacto de Varsovia y la OTAN, Felipe González convocó el 12 de marzo de 1986 el referéndum de ratificación de adhesión a la Alianza Atlántica. Bajo la posibilidad de un conflicto abierto de los dos bloques junto al debate sobre el despliegue en escenario europeo de los euromisiles de cabeza nuclear. Fue un gran debate pues del acomplejado “de entrada NO” a “quedémonos como estamos”, ya en el poder. Los ciudadanos votaron en aquel referéndum que cosechó un amplio respaldo en el Estado y no así en Euzkadi, donde mayoritariamente se rechazó, 64% de NO frente a un 33% de SI, el mío entre ellos. Y lo era por la inmensa carga de complejos de quienes giraban alrededor de una lucha armada cruel, inhumana y estúpida y con todas las consignas de la revolución castrista a grito pelado como si Trebiño fuera Guantánamo..
Años después de aquel referéndum, el lehendakari José Antonio Ardanza recordaba el paso que dio al frente propugnando el voto afirmativo días antes de la celebración de la consulta a través de una declaración a favor del posicionamiento atlantista y en la que apostaba por la estabilidad democrática, la modernización y la libertad. Y tuvo el valor, junto a Xabier Arzalluz y a personas muy representativas del EAJ-PNV de hacerlo sabiendo que la marea que se había creado le iba a hacer perder públicamente esa votación, como así fue.
Décadas después, basaba aquella decisión en un ejercicio de responsabilidad política como lehendakari y como correctivo para los militares españoles cinco años después del golpe de Estado. ”Quería que los militares españoles, acostumbrados al sable, al ordeno y mando y a los golpes de estado, pasearan por las sedes europeas y aprendieran el papel del ejército en un estado democrático. No quería militares en España que no supieran el papel que tienen en una democracia. Y a esto se le añadía una realidad palmaria y escrita con fuego en el ADN del PNV, que es su europeismo. Todo espacio de poder institucional requiere una estructura de seguridad. Quien no lo vea es todo menos europeísta. El mundo de HB gritaba “gora ETA militarra y al mismo tiempo negaban su militarismo apoyando una organización que secuestraba y mataba”.
En aquel 1986, en el País Vasco, habla de un debate primitivo y poco documentado sobre la importancia general de la paz en Europa tras la Segunda Guerra Mundial y las consecuencias del aislamiento con la dictadura de Franco y quizás estábamos viviendo unos años todavía pendientes de las confusiones predemocráticas ya que nunca se había tenido una explicación histórica sobre el papel de los ejércitos o de la historia, de cómo nos liberamos del nazismo y el papel que jugaron los estadounidenses, de la ayuda absoluta del Gobierno Vasco en el exilio y del EAJ-PNV con los Servicios de Información de burukides, gudaris y activistas anónimos del PNV, la Brigada Vasca, las radios clandestinas y de cómo en la ONU, Agirre, Irala, Galindez, trabajaron para que la dictadura no fuera admitida en aquel exclusivo club defensivo porque ese ejército español sostenía una dictadura. Pero fallecido el sátrapa en 1975 y necesitados de que el estado español fuera plenamente democrático, la adscripción defensiva a la OTAN era fundamental, algo muy difícil de entender por quienes con recetas maoistas, castristas y guevaristas mentían a la juventud cantándoles las excelencias de la lucha armada y de la liberación nacional con recetas caribeñas, tercermundistas y antisistema.
ETA desapareció en 2011, se ha recordado el aniversario del Viernes Santo que propició la paz en Irlanda, se han cumplido 50 años de la muerte de Pablo Picasso y la vida sigue, pero hay cosas que solo cambian como camuflaje. Andoni Ortuzar lo resumió en un latiguillo de mitin, ingenioso y cargado de realidad en el Aberri Eguna:.”son los de la mani, aunque se vistan de Armani”. Lógicamente no todos, pero si su núcleo dirigente. La estrategia consiste en no reconocer nada de un pasado terrible y presentarse con escapulario ajeno. Recordemos lo que decían con la incineradora, con la OTAN, con el Guggenheim, con todo lo que da estabilidad a este país, y lo que callan ahora.
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Por cierto, el último libro de Aramburu "Hijos de la fábula", está pasando sin pena ni gloria, y ¡eso que está basado en Euskadi y se refiere a ETA! (lo ha escrito en plan medio comedia, tipo VAYA SEMANITA u OCHO APELLIDOS VASCOS...), pero tampoco consigue el éxito de programa o de esa película (aunque igual alguien se anima a llevar el libro al cine, de cualquier forma, de momento nada se ha oído y poco éxito está teniendo), pues si Aramburu es incapaz de tener éxito con un libro de ETA, ya apaga y vamonos..., más que nada porque aquello de "Los vencejos" no interesaba a nadie....
Desde luego, ¡cómo se echa de menos programas como NEGRO SOBRE BLANCO, del fallecido intelectual Fernando Sánchez Dragó!, programas que se encargaban de estas cosas y que hubieran dado una buena cobertura a este libro de "Hijos de la fábula", luego un buen márqueting, algún premio por ahí, y ¡eureka!, de nuevo un suoerventas, aunque en el extranjero no lo conozca ni su tía y se olvide en unos pocos años, como ya pasó en su día con "Patria", es el sistema de "intelectualidad de estado", que rige en España, desde la transición de alguna forma y desde otra, desde la reconquista.
Publicado por: Sony | 04/16/2023 en 08:18 p.m.