Viernes 5 de mayo de 2023
Fue una gran conferencia la de Txema Montero este pasado jueves en la Fundación Sabino Arana desmenuzando el juicio contra los integrantes de la llamada Red Alava (1937-1943), el ingeniero alavés fusilado en 1943, por ser la cabeza visible de una red de espionaje de los vascos al servicio de los aliados. Es la historia de cuatro heroínas, un hombre bueno y muchas mujeres solidarias que arriesgaron su vida en la noche oscura que vivió Euzkadi bajo la dictadura.
Posteriormente se proyectó un magnífico documental sobre esta terrible historia, ágil y con testimonios, valientes y esclarecedores de las cuatro mujeres detenidas, encarceladas, condenadas a muerte e indultadas, Bittori Etxeberria, Itziar Mugica, Delia Lauroba y Tere Verdes. Cuatro mujeres de bandera que en cualquier país europeo tendrían una plaza y una gran escultura dedicada a ellas para hacerles justicia y para que esa bella historia no se pierda.
Montero se ha estudiado todo el proceso, todas las acusaciones, sobre todo aquella tan absurda y mentirosa como la de “Auxilio a la rebelión” que fue contraargumentada por el abogado defensor, Ramón Revuelta, un alférez militar, que hizo un buen trabajo humano que, de alguna manera, redimió aquella infamia siendo valiente y dando argumentos suficientes como para que todos, menos uno, salvaran su vida, a pesar de los años de cárcel que tuvieron que sufrir.
Txema apuntó el trabajo pendiente que queda por hacer analizando los juicios, si juicio puede llamarse a aquellas farsas de juicios contra dirigentes como Ajuriaguerra, Rezola, Espinosa, Lauaxeta, Zugazagoitia, Uzturre, Solaun, Unzeta, y todos los que al calor de una victoria militar y bajo el sonido de los discursos hablando de que se había machado al cerril bizkaitarrismo, vivieron, y algunos murieron en aquellos años de plomo.
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