Sábado 9 de diciembre de 2023
Cuando Leopoldo Zugaza recogió el premio Sabino Arana, apuntó que la Feria de Durango se estaba comiendo al libro. Lo audiovisual con su inmensa fuerza lo invade todo y el libro retrocede. Se acaba de ver en el informe Pisa. Los chavales no leen o leen mal. Y éste debía ser el encargo número uno de las instituciones.
Al frente estaban Txomin y su viuda Sorkunde Arregi me recordaba aquel trabajo. ”Exponíamos en el pórtico de la Iglesia Andra Mari y luego en la plaza del mercado. Recuerdo que pasábamos mucho frío y soportábamos la humedad. Entraba el agua por los cristales rotos y aquello suponía mucho trabajo con el traslado de las cajas de libros a cuestas. Pero se compensaba con la gente que acudía y los ánimos que nos daban”.
Carlos Etxezarraga, me comenta: ”Mi prima Lurdes Munitxa, oradora de los primeros mítines del Partido en 1977, con Joseba Goikoetxea, llevaban libros a la Azoka que previamente escondían en el caserío de la madre de Lurdes en Euba”.
Dos testimonios de aquellos pioneros que no conviene olvidar pues gracias a ellos tenemos hoy una espléndida Feria donde puede usted comprar libros en euskera, en castellano así como todo lo audiovisual del momento. Incluso si pasa por el stand de Txalaparta el libro “España, ¡Qué país Mikelarena!”.
José María Intxausti me dice: ”Estoy leyendo tu último libro y de entrada me encanta la introducción de “Puentes abertzales” que te ha hecho Jose Mari Esparza, digna de una relación querida y respetuosa desde la izquierda abertzale”.
Lo agradezco.
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