Lunes 22 de enero de 2024
Mucho discurso, mucho desfile, muchos consejos, pero la opaca Casa Real española no aprende. Funciona como en tiempos del Campechano. Lo digo porque el viernes a última hora, de forma medida y sin mayores explicaciones se le ha sustituido al Jefe de la Casa Real, Jaime Alfonsín, nombrando a Camilo Villarino para ese cargo.
Don Camilo viene de la Carrera Diplomática y era el director de Gabinete de Josep Borrell. Bueno por lo menos no es un militar, sino un diplomático. Ya los hubo antes, como José Joaquín Puig de la Bellacasa que salió escopeteado de La Zarzuela por decirle al granuja de su Graciosa Majestad que no debía hacer lo que hacía. De todas formas a Don Camilo no le quieren mucho en Marruecos. A instancia del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, el Consejo de Ministros retiró en julio 2021, la solicitud de placet a Rusia para poderle nombrar embajador en Moscú. Sánchez complacía así de nuevo a Marruecos que reprochaba a Villarino su “golpe bajo” al organizar en abril de 2021, la acogida en España del líder del Polisario enfermo de Covid y que mandó a la ministra González Laya al destierro. ¿Se acuerdan de ella?. Era de Tolosa.
Cuando ocurrió esto el principal diario marroquí Hespress, tituló: ”Su carrera, (la de Villarino), parece hipotecada para siempre”. Curioso. No puede ser embajador pero si Jefe de la Casa Real. Veremos qué pasa cuando quieran viajar a Marruecos a ver al hermano de la chilaba.
Del cesado Jaime Alfonsín me impresionó lo que contó la periodista Carmen Enríquez. Habituada a los viajes principescos una vez le trató al entonces Príncipe de Asturias de usted. Gran sacrilegio. Al día siguiente, el tal Alfonsín le llamó a capítulo para decirle: ”Que se la última vez que a su Alteza le trate de usted”.
Aquello me dejó flipado aunque me dio las claves del por qué esta gente se entontece tanto. Si a ti, a cabezazo limpio, te tratan de Alteza y que te traten de usted terminas creyéndote superior a los demás y depositario de una sangre azul que solo tienes tú. El usted para este tipo de mayordomos reales es una horizontalidad plebeya inadmisible y si tú lo aceptas no me extraña que todos salgan medio tontos y creyéndose superiores a los demás en todo.
Que se vaya este sujeto apellidado Alfonsín no debe ser una mala noticia. No sé por qué no pidió que en lugar de que le llamaran Alfonsín le llamaran Alfonsón. Suena como a más. Y la clave está en establecer las distancias.
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