Martes 2 de enero de 2024
David Salinas Armendariz
En plena Guerra Civil española, constituido el primer Gobierno vasco bajo el mandato del lehendakari Aguirre, en abril de 1937 el Ejecutivo integrado por fuerzas plurales impulsa la selección vasca de fútbol con el nombre de Euzkadi. Su objetivo era realizar labores humanitarias y propagandísticas, y extender internacionalmente la causa del autogobierno vasco, de la República y de la democracia, en lucha abierta contra el fascismo. Se trataba de reunir a un gran número de las estrellas del balompié del momento, vascos de distintas ideologías políticas, que habían poblado la selección española y que procedían en buena parte del Athletic, dominador de las competiciones de clubes
Desde que en 1915 se creara la primera selección vasca (precedente a la propia selección española) la etapa de 1937 a 1939 supone, sin duda, la más relevante a nivel deportivo y de repercusión internacional.
No se trata en estas líneas de glosar las glorias futbolísticas de aquel enorme equipo, que recorrió Europa y América y dejó una huella indeleble por su alto nivel deportivo y humano. Pretendemos detenernos en la relación que se produjo entre la selección vasca y la FIFA, único ente organizador del fútbol mundial entonces, relación que vamos a concretar en cinco destacables momentos.
Las fechas: 23 de abril de 1937
El día de San Jorge se inicia el periplo del Euzkadi en un avión que salió de Bilbao y que, tras escala en Baiona para recoger a los jugadores vascos del Real Madrid, llegaría a París para enfrentarse y derrotar al Racing de París, la mejor escuadra francesa del momento, en un Parque de Los Príncipes abarrotado. Las autoridades españolas no sólo permitieron la salida exterior del equipo, sino que asistieron a sus partidos, sin oposición alguna por parte de la FIFA, lo que se mantuvo a lo largo de la gira europea por Francia, Checoslovaquia, Polonia, la URSS, Noruega y Dinamarca.
5 de septiembre de 1937
Ricardo de Irezabal, delegado del seleccionado vasco y ex presidente del Athletic Club, tras la exitosa tournée por Europa, obtuvo la autorización de la FIFA para continuar sus encuentros internacionales, e iniciar ahora una gira por Centroamérica, con partidos contratados en México. En esas fechas los jugadores vascos seguían integrados en la Federación Española de Fútbol legal republicana, que con Ricardo Cabot de responsable trasladó su sede a Barcelona, y que prestó todo su apoyo al combinado vasco en su misión representativa.
6 y 7 de noviembre de 1937
En medio del fructífero recorrido deportivo y social del Euzkadi, con el desarrollo de la guerra en España, ya se había formado una nueva Federación Española de Fútbol, con sede en San Sebastián, creada por golpistas y militares sublevados, como alternativa a la Federación oficial con sede en Barcelona, y esa Federación disidente sería admitida en la FIFA en octubre de 1937. En reuniones celebradas en París en fechas 6 y 7 de noviembre, el Comité Ejecutivo de la FIFA mantuvo la simultanea doble representación del fútbol español y trató expresamente sobre la situación de la Selección Vasca, arribada a América, ante la presión de la representación sublevada para que el equipo vasco no continuara su itinerancia, en contra de la posición favorable de la delegación republicana. En dicho cónclave se acuerda por la FIFA conceder permiso a los vascos para celebrar los cuatro partidos programados en México.
Marzo de 1938
En esta sesión el Comité Ejecutivo de la FIFA trató de nuevo, y con atención, la cuestión del equipo Euzkadi en América, más en concreto en Argentina. Azuzado por la ya dominante Federación franquista, molesta por el gran recibimiento dispensado a los vascos en el país mexicano por autoridades, prensa y afición, y temerosa de que ello se repitiera en Argentina, donde la selección vasca ya había contratado partidos al máximo nivel, el ejecutivo FIFA decide no dar su visto bueno a tales nuevos encuentros. La nueva representación española aducía que los vascos «ejercían una actividad internacionalista» y que tenía jurisdicción para impedir la continuidad de su representación.
Es fundamental subrayar que, con motivo de esa decisión, en el acta oficial de la sesión se consigna formalmente que la selección de Euzkadi «jugó partidos en Europa contra Organizaciones de la FIFA, realizó una gira por la URSS y luego por América Central», subrayando que «en el inicio de su gira estaba bajo la autoridad de la Federación Española con sede en Barcelona», es decir, que contaba con la plena autorización de la República Española y consecuente aquiescencia de la propia FIFA.
3 de junio de 1938
En esa fecha se celebra el congreso anual de la FIFA, y tras lo debatido en el mismo sobre el «caso vasco» por mediación de la delegación cubana, el organismo internacional levantó la sanción que pesaba sobre la selección verde, pudiendo ésta desplazarse y contender de nuevo libremente. El Euzkadi jugaría en Chile y Cuba, y volvería a México el 3 de agosto de 1938, con un nuevo importante recibimiento, hasta el punto de acabar integrándose en la temporada 1938-39 en la Liga Mayor de México DF. Con el final de la guerra española acabó la aventura de aquel gran combinado vasco, algunos de cuyos integrantes jugarían en clubes argentinos, y la mayoría acabarían sus carreras deportivas en el país mexicano.
La constancia La relación de la selección vasca con el estamento oficial internacional FIFA fue en el período descrito de aceptación, autorización y reconocimiento, de la mano del apoyo expreso de la Federación Española de Fútbol de la República y de las autoridades de ésta, que apoyaron activamente su presencia en países de Europa y América. Sólo al final de la guerra española, la nueva Federación del bando vencedor prohibió la actuación deportiva vasca en el exterior, una representación que fue expresión de los valores deportivos, sociales y democráticos encarnados por aquel equipo.
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