Viernes 29 de marzo de 2024
Conté la semana pasada como mi aita tenía un Cancionero Vasco que les servía en Juventud Vasca de Bilbao para animar las salidas al monte, las excursiones y las sobremesas. Había que estar siempre cantando canciones reivindicativas.
Y ahora saco a la luz éste recordatorio del primer Aberri Eguna de 1932. El dibujo es del artista Martínez Ortiz. Está editado en la imprenta Verdes Atxirika que es la que sacaba adelante todas las publicaciones. Se encontraba en la calle Correo de Bilbao.
Dentro está escrito el origen y llamamiento del Aberri Eguna. Todo gira alrededor de la figura de Sabino Arana. El Aberri Eguna quería recordar, en sus Bodas de oro, los cincuenta años del hecho, la conversación de Sabino y Luis, que dio origen al movimiento abertzale que culminó en la creación del EAJ-PNV. Al día siguiente de este llamamiento la Gran Vía y la Ría de Bilbao se llenaron de abertzales celebrando el domingo de pascua como día de la Resurrección de la Patria.
Veo que hay un movimiento para celebrar el Aberri Eguna de forma conjunta. Un acto hoy en el Teatro de los Campos Elíseos. Nada que objetar. Pero es curioso. El Aberri Eguna tras 1932 lo celebraba solo el PNV hasta la caída de Bilbao en 1937. Luego lo asumió el Gobierno Vasco en el exilio hasta que en 1963, creyéndose más abertzales que los fundadores del nacionalismo se convoca en Itxasu otro Aberri Eguna paralelo y rompe esa unidad con la argumentación que en el Gobierno Vasco estaba el PSE y los republicanos. Normal. Pretendía ser la fiesta de todos los vascos. Y, sin ellos, fue así hasta 1976 cuando ETA revienta el Aberri Eguna de Iruña secuestrando y matando a Aingeru Berazadi, un día que pretendía ser el del gran pulso democrático contra la todavía estructura del régimen. El mundo de HB estaba por reventarlo todo.
En 1979 ya el PSE deja de celebrar el Aberri Eguna. Hoy no celebra nada, porque su Patria ya no es Euzkadi, pero este movimiento unitario al que he aludido quiere un Aberri Eguna de todos los vascos. Primero lo revientan y luego piden unidad. Nada nuevo. La idea es buena pero ahí está ese pasado que pesa y mucho.
De todas maneras ahí está este bonito recordatorio, la historia y el primer llamamiento de un Aberri Eguna. Hace nada menos que 92 años.
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