Miércoles 27 de marzo de 2024
Las campañas electorales dan comienzo al día siguiente de las elecciones. Son cuatro años de campaña. Sin embargo, lo que vivimos en la actualidad es una gran distorsión. Un mes después de las elecciones vascas, vienen las catalanas, pero al circo mediático madrileño les interesan las catalanas pues su resultado influirá en los apoyos a Sánchez, no las vascas y nos atufan a informaciones que a los vascos no nos interesan en absolutamente nada, mientras silencian, por ejemplo, lo que ocurrió este martes en Gasteiz con la ampliación de la fábrica de Mercedes. Un bombazo informativo de normalidad y apuesta por el futuro silenciado por la última chorrada de la Sra. Ayuso en Chile o por el pescueceo de la Sra. Marta Rovira, de ERC.
Vivimos colonizados por la exageración de la política española y de forma continua. Una distorsión pues en democracia esto no debería funcionar así. Yo hago y cumplo lo que prometo. Tú me críticas y te inventas la realidad la mayoría de las veces y nunca dices quien paga la ronda de tus ensoñaciones. Por eso es fundamental saber comunicar y hacerlo bien. Lo primero que hace una gallina cuando pone un huevo es cacarear. Y hay que hacerlo y hacerlo, pues los silenciadores están a tope.
Todo el mundo te habla maravillas del trato que recibe por los profesionales de Osakidetza pero parecería que la sanidad vasca es propia de Gaza, exagerando la nota. Huelgas y más huelgas. Ya lo dijo el secretario general de ELA, la huelga por la huelga.
La oposición tiene como misión exagerar cualquier mota de polvo. El problema estriba en lograr altavoces que compren tu mercancía. Vista la actitud de muchos informativos, periódicos y radios, estos medios no darán tregua al PNV. Buscan que al pacto PSE-PNV se le sume el PP y que el PNV apoye a Feijóo en Madrid. Esa es su estrategia. No ser escrupulosos con la realidad, sino exagerar lo nimio para desgastar una imagen de buen hacer, de crecimiento, de logros, de apuestas exitosas.
También es cierto que vivimos una sociedad educada en la desmemoria. No interesa mirar al pasado porque ese pasado o es una cloaca, o es un cementerio. Y enfáticamente te dicen que hay que mirar al futuro de lo contrario te conviertes en estatua de sal.
Tampoco conviene destacar los logros en todos los ámbitos del actual gobierno Urkullu. No interesa y menos comparar con las fórmulas que ellos tenían. No interesa.
Finalmente el todos contra el PNV, trata de desmoviliza un electorado. Es muy democrático pero un partido que gobierna y otro que las encuestas dicen que ni obtendrá un solo parlamentario en la hora de los tiempos de información y de proyectar imagen tienen el mismo espacio temporal. Uno contra todos.
Salir vivo de semejante aluvión de hierro líquido es de titanes. Mucho más cuando las fidelidades de antaño pueden estar confundidas por esta lluvia informativa y las redes y fake news hacen estragos.
No es nada fácil sobrevivir ante este panorama. Pero estoy seguro que la inmediata campaña y la comparación de proyectos, hará que ese sexto sentido de la ciudadanía se active. Son elecciones vascas. Ni catalanas, ni españolas.
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