Jueves 16 de mayo de 2024
Pues si. Es la sala de plenos del Ayuntamiento donostiarra. Un lujo. Y el trato del personal, estupendo. Y lo de conferencia magnífica, lo dijo Loli Valls al final de la misma. Ella y Marilen San Sebastian están al frente de Eragin, una Asociación Cultural donostiarra de mujeres que no para. Charlas continuas, presentaciones de libros, Cine Forum, viajes, conciertos. Es una turbo asociación que le invitó a María Esther Solabarrieta a cerrar el curso. Lo reanudan en octubre.
Dentro de quince días se cumplen treinta años de la transferencia de aguas en un momento de gran debilidad del gobierno de Felipe González. Solo así se pudo lograr algo que llevaba atascado 14 años y no había manera de hincarle el diente. Pero se logró a cambio de la presidencia de la Comisión de Investigación del caso Mariano Rubio en pleno asedio de Aznar. Estaban tan débiles que en tres horas logramos desatascar lo que parecía imposible. Lo fue Jon Zabalia.
Previamente María Esther contó el caos que reinaba en el mundo del agua vasco. Para todo había que ir a Oviedo o a Zaragoza, cada ayuntamiento, cada diputación andaba por su lado, las infraestructuras brillaban por su ausencia, casa, garajes y cemento inundaban e invadían los cauces, para colmo en el 83 llegan las inundaciones y se les hace frente con más voluntad que eficacia y al poco se vive durante un año desértico una dura sequía. Y mientras e improvisando todo una Mesa del Agua, sin competencias, pero tratando de coordinar las cosas. De ahí sale una experiencia que cuando por fin se logra la transferencia, viene poner en marcha obras, servicios, despejar los cauces, crear la Agencia del Agua, URA, y trabajar mucho.
María Esther se lo conoce todo. Entró en el Gobierno Vasco con Javier Lasagabaster de Consejero, fue Directora de Aguas con Bergara y Diputada de Medio Ambiente y Acción Territorial y acabó en URA (BIzkaia).La gente le conoce y sabe cómo es capaz de motivar y transmitir algo en lo que cree y es tan complicado explicar y traducir en lenguaje sencillo y apasionado. En el ínterin tuvo que hacer frente a poner en marcha Zabalgarbi, amenaza de ETA incluida y no parar y participar en la Comisión Gestora de Ondarroa.
Por eso la conferencia ha sido magnífica porque en una hora los presentes se han dado cuenta de lo que hacen las instituciones cuando trabajan en serio con espíritu de servicio y superando nuestro ancestral tribalismo. Nada fácil. No estaría nada mal que de forma divulgativa en sitios públicos, batzokis, cursos, se vaya dando cuenta de esta historia desconocida pues de lo contrario las nuevas generaciones van a pensar que esto vino dado por obra y gracia de unos señores que decidieron aquellos años no ir al “parlamento vascongadillo” y apoyar el terror. Otra conferencia interesante sería la que podría pronunciar Juan Ramón Gevara sobre la transferencia del Insalud. Si no explicamos, no nos quejemos.
María Esther ha nombrado a todos con los que trabajó, desde Lasagabaster, Gárate, Estomba, Martín Herrero, pasando por Maren Leizaola y José Mari Elosegui cuya colaboradora estaba presente en la charla y ha agradecido emocionada la mención a su olvidado y gran jefe.
Al salir del ayuntamiento, en la parte trasera llegaba el alcalde. No nos ha saludado. En el parlamento existe esa convención llamada “cortesía parlamentaria” según la cual lo menos que se espera de un político es la cortesía parlamentaria. Le hemos visto a Pello Otxandiano darle estos días la mano a Urkullu y a Pradales y la gente agradece este tipo de gestos humanos. No ha sido el caso. Mi hermano Jon que vive en Donostia, que estaba conmigo me ha comentado. ¿Ahora entiendes por qué no le he votado ni todo el grupo con el que me relaciono?”. Perfectamente.
Pero es lo que hay.
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