Sábado 22 de junio de 2024
He seguido con emoción e interés el Juramento del Lehendakari Pradales en Gernika. Su sonrisa continua solo se ha enseriado cuando ha jurado el cargo utilizando la misma fórmula, con un pequeño cambio, del Lehendakari Agirre en 1936 en plena guerra y ante su gobierno de concentración. Solo le han chispeado los ojos cuando con toda solemnidad y después del juramento ha sonado grandioso el Himno vasco, que es precioso y emocionante.
El acto ha sido breve, sencillo y emotivo. Y el buen trabajo de ETB te permitía seguirlo todo de forma más cómoda y con más información que sentado en los duros bancos de Gernika. Asimismo la foto de todos los Lehendakaris bajo el Árbol me ha hecho recordar de Ardanza y comprobar la continuidad de una institución que nuestros mayores mantuvieron a costa de todo. Me imagino que la ministra Montero habrá quedado impactada.
No sé lo que habrá pensado Patxi López, Lehendakari entre 2009-2012 que con poca delicadeza y haciendo uso de un laicismo de garrafa cepilló el Juramento de Agirre que Pradales con buen sentido ha recuperado.
No hay nada peor que los complejos. El que dirán. El no reconocer que las tradiciones tienen una historia y hay que respetarlas. Los complejos en una sociedad judeo cristiana son síntoma de debilidad. Los acomplejados deberían mirar al Califato. En él no existen esos complejos por lo que yo no quiero una sociedad que imponga creencias pero si una sociedad que respete lo hecho por los antecesores si no se hace daño a nadie.
Todo este rollo para contar que en 1936, el Lehendakari Agirre leyó como Juramento una fórmula redactada por el ingeniero Juan de Ajuriaguerra. Se nota en su cadencia. ”Jaugoikoaren aurrean apalik, eusko lur ganian zutunik, asabearen gomutaz…..”Fue fórmula utilizada un 7 de octubre de 1936 ante un gobierno formado por nacionalistas, republicanos, socialistas y comunista hasta que en 1980 Begoña Ezpeleta y quien esto escribe le pedimos al que iba a ser elegido tercer Lehendakari vasco, Carlos Garaikoetxea en su despacho de la Diputación de Bizkaia, que recuperara la fórmula de Agirre. No era muy partidario. Eso de empezar con Jaungoikoa le retraía. Le dijimos que no hacía falta ser un integrista confesional para reconocer el peso del cristianismo y de la tradición, la importancia de los símbolos en Euzkadi, y a la figura de Agirre en la historia. Terminó leyéndola. Y le pedimos, ya que era un acto nacional, se quitara el tapiz de DV de la Diputación de Vizcaya que aparece en la foto delante de Agirre. Se hizo. Posteriormente la utilizaron Ardanza e Ibarretxe.Urkullu la adecuó a nuestros tiempos, manteniendo lo esencial, se hizo viral, hasta que llegó Patxi López y le quitó toda connotación religiosa como si fuera radiactiva. La desfiguró sin ningún respeto a nada y ante nuestro silencio. Algo inconcebible en USA, Gran Bretaña, Francia y países que respetan su historia. Horror. Quizás pensó que podía parecer un Lehendakari del PNV aun llamándose Francisco, Patxi, nombre de santo cristiano. Pifia similar hizo cuando le eligieron presidente del Congreso y lo primero que hizo fue quitar el crucifijo de marfil que tenía el socialista Besteiro en su despacho. Puro complejo. Mejor hubiera hecho en ser firme en otras cosas.
Un día hablando con él le pregunté que si no creía en nada, ¿qué daño le hacía la fórmula y el crucifijo?. Me dijo que la separación Iglesia-estado era fundamental. Como si este dato le iba a influir a él en nada o le obligara a ir los domingos a misa desconociendo que para muchas personas era una referencia. No le gustó le dijera que no respetaba adecuadamente la tradición y que eso no era vivir mirando hacia atrás. El caso es que el Juramento, más bien la promesa leída hoy por Imanol Pradales, es la fórmula de Ajuriaguerra-Agirre de 1936, no la de Patxi López desfigurada. Es como si los ingleses borraran de su escudo “Dieu et mon Droit” y pusieran “Westminster et mon droit”. ¿Legítimo?. Si. Pero no lo harán nunca. Saben el peso de la Memoria.
Comentaba Shlomo Ben Ami que todos los “ismos” pasan, van y vienen. Socialismos, liberalismos, comunismos, maoísmos, trostkismos,…Al final solo permanecen en la historia la religión y los nacionalismos. Es una realidad. La clave es convertirlos en fuerzas de progreso y paz, no de reacción y violencia”.
Recuerdo asimismo el comentario que me hizo el entonces ministro del gobierno Aznar, Jesús Posada al que le tocó representar al gobierno español en Gernika en la Investidura del Lehendakari Ibarretxe. Había sido presidente de Castilla-León y quedó maravillado de la ceremonia. ”No hay en ningún sitio ninguna juramentación tan sencilla y entrañable como la que he visto. Lo combina todo. Pasado, presente y futuro”. El hombre estaba entusiasmado y siempre que me veía lo recordaba. También recuerdo una comida con Eligio Hernández, Fiscal General del estado juntamente con Emilio Olabarria. El Fiscal General nos recitó el juramento en euskera íntegro y con devoción las palabras del Juramento. Se lo habían enseñado los jesuitas vascos en Canarias. Era socialista, pero un tipo respetuoso con las tradiciones sin complejos.
Y es verdad. La historia y la tradición están hechas para estas ocasiones. Un poco como las bodas antaño. Un gran día con vestidos pomposos, misa con sermón, fotografías, comilona y bailoteo. Se quería significar que acababa un tipo de vida y comenzaba otro y había que solemnizarlo. Un antes y un después. Como la ceremonia hoy de Gernika. Un gobierno que resigna su mandato, un gobierno nuevo que llega y que como todo tiene fecha de caducidad, como no deberían tener las tradiciones cuando están asentadas en el humus de la historia y es lo que da sentido a esa frase tan repetida de que la cadena no se rompe, aunque haya gente que quiera romperla y nos quedamos tan panchos. Y una mención al Lehendakari Urkullu que ha estado impecable.
En una de estas ceremonias, Arnaldo Otegi, con la boca pequeña y los ojos achinados me dijo que le había encantado la ceremonia. Tengo la creencia que si algún día llega a la Lehendakaritza un hombre o mujer de Bildu, seguirán el juramente de Agirre-Ajuriaguerra. Sin complejo alguno. Y es que de eso se trata. De ser auténticos. Sin complejos. Y me da que comienzan a saber leer lo bueno de las tradiciones y el respeto a la realidad que conllevan.
El sistema democrático se basa, entre otras características, en la división de poderes. El Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial.
En las elecciones sabemos quienes son los candidatos al Legislativo de cada partido, pero nunca sabemos a priori la identidad de los que pueden ocupar los otros dos poderes.
Creo que sería un plus de democracia a dicho sistema el conocer de antemano la identidad de las personas que cada partido va a proponer/nombrar en los cargos de dichos poderes. Por ejemplo en el Ejecutivo me gustaría ser informado de las previsiones del número de Consejerías, su función, sus planes y por lo menos de su titular en las previsiones de cada partido.
Creo que esto sinceramente perfeccionaría el sistema democrático actual y desde luego que sería más transparente.
Es una proposición a todos los partidos. Aunque supongo que a algunos no les interesará.
Publicado por: Silber | 06/23/2024 en 06:15 p.m.