Miércoles 24 de julio de 2024
A los 67 años, ha fallecido en Bilbao, Mikel Koia. Llevaba años retirado pues se dedicó a cuidar de su hermano Pedro que sufría una minusvalía. Eran tres y ya no queda ninguno. Ley de vida.
Pero no podemos dejar de reseñar el gran valor de su trabajo, ni su entrega en la difusión constante del nacionalismo vasco. Pocos le olvidarán en su trabajo de ser guía de la nueva Sabin Etxea. Lo contaba con tanta pasión y era tan cercano y amable con los visitantes que éstos se quedaban con dos impresiones. La del edificio y su historia y las explicaciones de Mikel.
Le encantaban las Pastorales y allí nos embarcaba a ir a todas. Le recuerdo también en la presentación de una película sobre el drama del Holocausto, ya que pertenecía a la comunidad Judía, siendo activo asimismo en la Organización Municipal de Matiko donde intervenía en todas sus asambleas. Con Iñaki Azkuna solía tener sus escarceos a cuenta del Olentzero y los Reyes Magos.
Burukide la Junta Municipal de Matiko, siendo Maria Luisa Asumendi su presidenta y María Esther Solabarrieta asimismo burukide trabajaron de lo lindo. Junta que se la pasaba organizando actividades y salidas. Especialmente relevante fue fletar dos autobuses, con 115 personas, el 22 de marzo de 1987 a Donibane Lohitzun, en el 27 aniversario del fallecimiento del Lehendakari y realizar una ofrenda floral ante la tumba del lehendakari Agirre con aurresku. Es de recordar todo aquel gentío en el cementerio, comiendo posteriormente en el Batzoki de Zumaia. Unos días antes, el 18 de marzo de 1987, Uzturre, presidente del EBB, Joseba, el hijo del Lehendakari y Koldo San Sebastián habían dado una conferencia sobre José Antonio y su acción política. La presentación corrió a cargo de la presidente María Luisa Asumendi. El batzoki estuvo a tope.
Una de las actividades que organizaba todos los años era la celebración del Día del Gudari. En esta fotografía le tenemos sosteniendo el cartel en un Alderdi Eguna rodeado de los gudaris José Moreno y Roberto Candina.
Era una persona buena y entusiasta que personalizaba muy bien los valores abertzales de aquel EAJ-PNV ilusionado y con gentes generosas trabajando en divulgar la historia y los hechos relevantes del país.
No hay que olvidar sus sempiterno kaiku de todos los colores, rojos y verdes y su militancia con esta prenda para que no se perdiera. Tanto era su amor por el kaiku que a las emakumes que se reunían en el batzoki todas las semanas para hacer prendas que se entregaban a los más necesitados en Navidad, él les encargaba y les pagaba a esas emakumes que le tejiesen kaikus para él poder regalar a los recién nacidos.
Toda una pérdida la de Mikel Koia. Con él se va una gran persona y una manera generosa de trabajar por el nacionalismo vasco. Goian bego Mikel.
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