Lunes 26 de agosto de 2024
Este señor de la foto se llama José Luis Padura. Fue concejal del Ayuntamiento de Bilbao tras las primeras elecciones de 1979, cuando Zamudio, pertenecía al Gran Bilbao como un municipio más del Txorierri. Cuando se produjo, cumpliendo la promesa electoral que hizo el PNV en 1979 de desanexión de todos los municipios, fue el primer alcalde del Zamudio desanexionado en dos legislaturas. La desanexión se produjo el 1 de enero de 1983 de cinco municipios -Derio, Erandio, Loiu, Sondika y Zamudio- que habían sido incorporados manu militari a Bilbao por decreto el 30 de marzo de 1966 para pasar a formar parte del concepto de Gran Bilbao acuñado por el franquismo.
Paseaba hoy como todos los días y le he preguntado sobre las Fiestas de Bilbao ya que fue el primer presidente de la Comisión de Fiestas en 1980. Posteriormente le sucedió su segundo, el concejal Julián Fernández.
Nos ha dicho que el alcalde de la época franquista, José Luis Berasategi, para no tener problemas en la calle, típico de la época, les dio bastante cancha a las asociaciones ciudadanas que funcionaban en aquellos años de transición y que fueron el germen de las actuales Komparsas, que eran dominadas fundamentalmente por el EMK y algo menos por HB, en tiempos de aquella mortífera ETA, una HB que tenía como concejal a Santi Brouard, médico, posteriormente asesinado por el Gal.
Recuerda que el concejal Iñaki Zabala le propuso al alcalde Jon Castañares su nombre para presidir la Comisión de Fiestas, estando él en Sevillla, en un trabajo de su empresa, ya que los concejales cobraban 50.000 pesetas y cuando volvió, se encontró con esa nueva responsabilidad y le tocó poner orden en aquel marasmo.
Recordaba una actividad que entonces se hacía y era la bajada desde Begoña de las comparsas y cuadrillas y de como él, ante la agresividad de aquel grupo organizador que no admitía a nadie que no fuera de la cuerda, planteó la extensión de las fiestas en otros lugares de la Villa y no solo en el Arenal. Completó e innovó aquella iniciativa Mikel Ortiz de Arratia, concejal en la legislatura de Gorordo.
Hemos comentado el protagonismo en aquellos tiempos tan de enfrentamientos del Hombre de Hierro y de Txomin Barullo, gentes que se comían el mundo pero luego se presentaban a las elecciones y desaparecían porque no les votaba casi nadie. Algo parecido ocurriría hoy si quienes han tomado el Arenal como espacio propio y excluyente hicieran lo mismo.
Hemos recordado la campaña electoral de 1979 cuando el PNV obtuvo 13 concejales y HB, seis. El PSOE con José Luis Ibañez se iba a comer el mundo pero ganó un Jon Castañares, que era directivo del Banco Bilbao e hizo un extraordianario trabajo poniendo orden en el caos de las cuentas de la ciudad. "Metía horas y trabajaba como nadie y era una muy buena persona. Fue un muy buen alcalde".
Fue así. Yo estaba en el BBB y la agencia Aurman no podía llevar toda la gestión electoral, sino la campaña paraguas, y traje de Venezuela la campaña ganadora del candidato Luis Herrera Campins y la aplicamos a Castañares que era un perfecto desconocido. El eslogan fue: "Castañares, arregla esto". "Por aquí pasó un amigo de Castañares". "Castañares el Hombre Capaz". Y ganamos de calle para gran berrinche de José Luis Ibáñez que era un buen candidato y que en tiempos de la alcaldesa Pilar Careaga se le había enfrentado y tenía notoriedad por ello.
Desde entoces el PNV ha gobernado Bilbao con Castañares, Robles, Gorordo, Duñabeitia, Ortuondo, Azkuna, Areso y Aburto, pero si no llegamos a ganar en 1979, no sé que hubiera sido del PNV estos años. Es muy difícil sustituir a un partido y a un candidato municipal que lo hace bien. Y lo hicimos con sencillez y con un grupo de personas con una increíble vocación de servicio. Entre ellos José Luis Padura.
José Luis Padura tiene muchas vivencias de aquella época y vive el PNV con pasión "porque lo llevo en la sangre".
Y no le importaría hablar de todo este tiempo vivido y desconocido, si las páginas locales de Deia le hicieran una entrevista. Tiene una memoria y un espíritu positivo y le duele que todo aquel pasado que vivió y protagonizó haya quedado olvidado. Queda dicho.
José Luis Padura, un gran tipo.
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