Lunes 14 de octubre de 2024
Esto de las nuevas técnicas es algo increíble. Este sábado pasado, casi mil personas, desde Australia a Canadá, pasando por Lima y Bilbao tuvimos un coloquio en directo con el presidente electo de Venezuela, asilado en Madrid, Edmundo González Urrutia y la líder María Corina Machado en lugar desconocido de Venezuela. Y yo que soy lego en todo este mundo cibernético quedé alucinado sobre como una dirigente perseguida por una dictadura y en lugar oculto, transmitía un caudal de energía que para si quisiera el madurismo.
Parto de la base de que la causa de la democracia en Venezuela no es solo venezolana, sino global y que no hay país que tenga semejante resistencia organizada en el mundo a pesar de que los ojos informativos estén en Gaza, Ucrania, las elecciones USA, y que ante eso hay que seguir alimentado el fuego de la esperanza cuando ya nadie pide unas actas que Maduro jamás va a entregar porque se demostraría su robo ya que perdió tras una paliza histórica de 70-30 pero con el voto exterior sería 90-10.
Y es verdad que la nación y la oposición están unidas frente a semejante satrapía porque entre otras cosas ve que en enero el dictador puede hacer las maletas.
Edmundo González Urrutia, en perfecta coordinación con María Corina y moviéndose por el mundo para ir sensibilizando a los países sobre la importancia de la democracia en Venezuela hablaba de cómo se había llevado todo con una estrategia basada en la disciplina y el altruismo y la generosidad para hacer valer la verdad, mientras María Corina denunciaba los intentos del chavismo de cuartear la oposición sin lograrlo, ”no nos van a quebrar” repetía.
Intervinieron varios dirigentes más pero señalo la importancia de un contacto en directo con gentes perseguidas, luchando por la democracia en su país a pesar de todo el ruido exterior y de la necesidad de no bajar ni un instante la guardia. Una muy buena experiencia.
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