Martes 25 de marzo de 2025
En la fotografía estoy con Inmaculada Boneta y Roberto Lertxundi en los estudios de la Ser en Bilbao. En Gasteiz estaba Iñaki Ruiz de Pinedo (HB) y en Donostia Ramón Jauregi. No había nadie de AP (hoy PP) porque sus dos parlamentarios el 31 de marzo de 1980, Santiago Griñó y Florencio Arostegi han fallecido.
Y es que han pasado 45 años de cuando una mañana de marzo 1980 nos congregamos en Gernika los parlamentarios elegidos en la primera elección histórica del pueblo vasco a un Parlamento. Habíamos tenido otro tipo de representación pero no un Parlamento a tres y esa fue la razón por la que HB, con 11 diputados decidió no acudir y trabajar en aquella primera legislatura de 1980 a 1984. Tampoco estaba Iparralde representada pero si las dos terceras partes de la población vasca elegida a razón de veinte parlamentarios por territorio, en total sesenta. Hoy son 75.
Inmaculada Boneta recordó que había cinco mujeres, de ellas cuatro del PNV y una de HB, Itziar Aizpurua, que no acudió. Boneta si, junto con Bereciartua, Saez de Olazagoitia y Begoña Munarriz. Hoy, las mujeres superan a los parlamentarios hombres. Un avance.
Ha sido una charla distendida de una hora con anécdotas y vivencias de todo tipo dirigidos por Eva Domaika. De aquel día he recordado que la sobrecarga de la electricidad para TVE, hizo que se fuera la luz porque la sesión siguió a la tarde. Por la mañana nos iba llamando el secretario del Consejo General Vasco Javier Caño y nos reunimos todos bajo el templete columnado detrás del Árbol. HB decidió no ir. Tenía once parlamentarios y Ruiz de Pinedo ha recordado que la decisión se tomó e ese mismo día en Gernika y que influyó mucho la palabra de Telesforo de Monzón que no veía procedente legitimar aquella institución sin estar Navarra. Tanto él como Leizaola habían formado parte del primer gobierno vasco el 7 de octubre de 1936 y ese día solo estuvo el Lehendakari Leizaola que había sido elegido primero por Bizkaia en aquellas elecciones de 1980. Otra hubiera sido la historia si en esa jornada hubieran estado Leizaola y Monzón recuperando el tracto histórico interrumpido por la guerra y la dictadura. Pero repetimos lo de siempre. La IA solo acierta, cuando rectifica.
Don Jesús M. de Leizola fue el presidente de la Mesa de edad y nos dirigió unas palabras que en él tuvieron un gran valor para terminar pidiendo pocas leyes pero buenas y aprobadas con el mayor número de votos. Por la tarde se procedió a la elección a la Mesa definitiva del Parlamento habiendo sido elegido Juan José Pujana como presidente. El PNV tenía 25 parlamentarios y toda la oposición junta, sin HB, tenía 24 lo que hizo posible aquellas votaciones mayoritarias y la elección, en fecha posterior de Carlos Garaikoetxea como tercer Lehendakari de la historia, tras Agirre y Leizaola.
Mirando con perspectiva pienso que aquella primera legislatura fue la más importante y no porque estuviéramos nosotros sino porque estaba todo por hacer y el Parlamento fue el motor creador de un país a tres, de momento, partiendo de cero. Sede, capitalidad, Himno, ley de gobierno, ley de Territorios Históricos, devolución del Concierto vital para funcionar, puesta en marcha de EITB, de Osakidetza, de la Ertzaintza, absolutamente de todo. Lo malo es que ahora todo el mundo piensa que lo actual bajó del cielo pero de eso nada. Fue todo muy duro porque además ese año 1980 ETA mataba a una persona cada tres días. Un horror.
Para colmo estando sesionando al mes siguiente de la constitución irrumpieron en la Diputación de Bizkaia, donde sesionábamos pues se estaba habilitando el Parlamento en Gasteiz, los obreros de Nervacero interrumpiendo la sesión y secuestrándonos hasta las tres de la madrugada. Intervino asimismo la policía. El recuerdo que tengo de aquella tarde es la de Leizaola diciendo a los de Nervacero que la fuerza no era el instrumento de la democracia y que todo Parlamento es inviolable pues en él reside la soberanía popular.
Lo malo de aquello fue que tras pasar el trago se convocó una manifestación con el lema de “En Apoyo de las Instituciones Vascas” y al afiliado del PNV de Derio, Ramón Begoña, le dieron una patada que a los días originó su fallecimiento.
A todo esto hay que decir que el presidente del Gobierno español Adolfo Suarez vivía la angustia de ver deshilacharse a su partido, la UCD, a navajazos mientras se incubaba el golpe de estado del 23 F del año siguiente por parte de los militares y la guardia civil.
De esto hablamos los cinco en una sesión amable e interesante con buen coloquio. Han pasado 45 años, han fallecido muchos, y el lunes en Gernika habrá una sesión especial e histórica que no se pudo realizar en el 2020 por la pandemia.
Al final Lertxundi y yo hemos planteado la creación de una Asociación de Antiguos Parlamentarios, existente en todos los parlamentos del mundo e inexistente en el vasco a cuenta de ETA y hemos pedido a la presidenta y a los portavoces que enciendan esa llama porque dos catarros y un frío siberiano borrarán toda huella vital de los pioneros de aquel día.
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