Miércoles 2 de abril de 2025
La fotografía está sacada en Barcelona el viernes pasado con Leopoldo López, líder opositor venezolano y con su mujer Lilian Tintori. Yo estoy con María Esther. Tres caraqueños y un cumanés. A Leopoldo López le conocí en casa de Iruña Urrutikoetxea, activista de la causa opositora. Hija de gudari encarcelado en el Fuerte de San Cristóbal. Estando comiendo en su casa nos avisaron que Chávez iba a expulsar del país a Gustavo Aristegi a cuenta de unas declaraciones. Intervino Agustín Santos, hoy diputado de Sumar, y no lo hizo.
Aquella fue una delegación de observación Parlamentaria en tiempos del siniestro embajador Raúl Morodo, condenado por corrupción. Entre otros componentes estaba Dionisio García Carnero, senador del PP y gota malaya opositora a la dictadura chavista. Redactamos un informe que al final IU no firmó pero llegó a oídos de Hugo Chávez que dijo en su “Aló Presidente” que lo habíamos redactado en la piscina del hotel Tamanaco bebiendo whisky. Un dictador de la peor calaña.
Volvimos en septiembre 2015. Fue una delegación para visitar a los presos políticos. La componíamos Dionisio García Carnero, Josep Maldonado y Ander Gil. Estuvimos en casa del alcalde de Caracas Antonio Ledezma, en prisión domiciliaria, pero no nos dejaron visitar a Leopoldo López encarcelado en Ramo Verde ni al alcalde de San Cristóbal Daniel Ceballos. Cuando fuimos a Ramo Verde, nuestra cicerone y aguerrida activista de la causa de derechos humanos y esposa de Leopoldo López, fue Lilian Tintori. Nos tuvieron tres horas al sol y no nos dejaron entrar. Lo mismo nos pasó con Daniel Ceballos en la puerta del Helicoide.
Por eso fue muy agradable sacarnos esa foto con ellos el pasado viernes en la cena que todos los años organiza Josep Maldonado, ex senador de CiU, con su Organización humanitaria, Sport Solidari. Maldonado fue uno de los cuatro que estuvimos al sol y el viernes invitó a la pareja a estar en su cena para reconocer su trabajo, informar sobre la persecución a la que han sido sometidos, denunciar la dictadura madurista, pedir que el exilio de la pareja se acabe y apoyar a Venezuela en la consecución de la democracia. Leopoldo López agradeció la invitación y el deseo de superar aquella terrible situación.
Y es que, distraídos por las excentricidades de Trump algunos parecen olvidar que la oposición venezolana con la candidatura ganadora de Edmundo González Urrutia, la líder opositora inhabilitada y oculta, Leopoldo López en el exilio, así como millones de venezolanos, la causa venezolana sigue demandando que no se apague la llama de la reivindicación de un reconocimiento y no cese la presión internacional para lo que votó el venezolano en las urnas de manera extraordinariamente mayoritaria se haga realidad.
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