Jueves 19 de junio de 2025
Escuchaba ayer por la noche la entrevista en ETB al Lehendakari y posterior contestación a las preguntas que le formularon un elenco de personas, casi todas jóvenes, al Lehendakari Pradales. Estando en ello recibo el whatsapp de un parlamentario con el que he convivido en Madrid en el Grupo Vasco. Me decía: ”Lehendakari txapó!. Vaya cambio!. Seguro y bien…contestando con claridad, y solvencia y una presencia muy buena. Aplausos. Ni un pero…”
Le contesté que coincidía con su apreciación, sobre todo en contraste con lo que el miércoles había ocurrido en el Congreso. Aquello no era política, sino un insulto perpetuo y el contraste con una persona que argumentaba y no levantaba la voz, era llamativo y en favor de lo que vivimos aquí y en favor del Lehendakari. Si le dije que, noto un cierto complejo a la hora de los casting preguntones. Que no haya personas mayores nunca, no muestra a la sociedad como es. Y quien organiza las cosas de esta manera se equivoca. Es como avergonzarse de tus aitas porque son mayores y se tienen que operar de cataratas. Es la realidad y la vida. No todo el mundo es joven en esta sociedad envejecida.
Al final del correo, me decía “El acto del lunes organizado en honor de Garaikoetxea fue una chapuza de producción y protocolo, pero hoy el Lehendakari y el acto está de diez”.
Pues si.
Coincido también con su apreciación sobre el acto del lunes pues no ponerle al Lehendakari Garaikoetxea un ayudante, fue un error de protocolo grave, habida cuenta de sus limitaciones, propias de la edad. Colocarle a su esposa Sagrario Mina en segunda fila, fue un error muy grave de protocolo y algo insólito y de mal gusto. No organizar un acto incluyendo viceconsejeros y directores de aquel primer gobierno, fue falta de visión política. Las cosas no las hace una persona solamente. Y no invitar a Inmaculada Boneta, vicepresidenta del primer Parlamento Vasco y, fallecido el presidente Juan Jose Pujana, la persona de más relieve de aquel primer Parlamento que eligió a Garaikoetxera, fue de cesar a quien organizó el acto ya que sitio había de sobra, aunque lo que faltaba era el criterio político. Los referentes en una sociedad son los referentes y además no buscan ni piden nada. Se echaron en falta personalidades como Azkarraga, Knörr, Errazti….y gentes de una y otra parte que fueron protagonistas de aquellos años, con sus luces y sus sombras.
Si se quería reconocer a un Lehendakari, idea justa y necesaria, hubiera estado mejor organizarlo todo con mayor sensibilidad política y humana. Quizás la ignorancia, que es osada, cree que lo puede todo. Y así es, pero el saldo es penoso.
Pasadas aquellas tensiones tan dramáticas que tantas consecuencias dejaron, el PNV ya le otorgó el premio de la Fundación Sabino Arana, y, pasado el tiempo se trataba de pasar página con sensibilidad y acierto. Es propio de sociedades civilizadas mostrar lo mejor de si mismas dejando de lado las impurezas humanas que nos rodean diariamente y ese homenaje, bien hecho, hubiera sido para cerrar muchas heridas. Desgraciadamente ha dejado mucho malestar en personas que no han sido tenidas en cuenta pero que siguen creyendo, dolidas, que por la paz, una ave maría y se callan. No menos de diez me lo han comentado. Y tengo la mala sensación que a futuro se volverán a repetir estas cosas pues convivimos con gentes nacieron sabiéndolo y lo de ellos nunca es preguntar.
El discurso de Imanol Pradales, impecable, con algunas ausencias, aunque equilibrado.
Y si me permiten, un recuerdo a personas de protocolo que han trabajado en Ajuria Enea y que nadie menta. Begoña Ezpeleta, Begoña Salinas, Begoña Revuelta, Esther Mendialdua, Miren Erezkano….
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