El Centro Vasco de Caracas en 1964 era un hervidero de política nacionalista y de resistencia antifranquista. A dicho Centro comenzaban a llegar jóvenes que diciéndose de ETA vendían una nueva buena para Euzkadi frente a lo que se había consolidado en aquel exilio. Es decir, los partidos que dieron luz al primer estatuto de autonomía y al primer gobierno vasco en octubre de 1936.
La nueva ETA, al calor de la revolución cubana y de la argelina llegaba para comerse el mundo y, como en el Centro Vasco de Caracas, había vascos de todas las tendencias llegaban denigrando lo anterior para construir lo nuevo desde un criterio marxista.