Si Pere Navarro, secretario general de los socialistas catalanes dijo el jueves 13 de junio que "si queremos una financiación justa, empecemos por eliminar de la Constitución los privilegios que existen hoy" esa semana había comenzado con un desayuno en el Ritz donde el consejero de Economía y Hacienda de la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio, con toda la plana mayor del PP madrileño a su lado, decía que “en la práctica, el sistema foral de Navarra y el País Vasco supone que dos comunidades ricas, disfrutan de una financiación muy superior al resto y no participan en los instrumentos de solidaridad entre las distintas regiones españolas". Y volvía a hablar de los privilegios forales ''que si se extendieran a una región económicamente grande como Catalunya, provocaría la quiebra del sistema”.