Protagonista: Emilia Bracamonte
No era bilbaína aunque quiso a este pueblo con todo su corazón. Había nacido en Ayamonte (Huelva), de familia de artistas –padres y abuelos– y, por tanto de genes trashumantes. Su debut en Bilbao se produjo un 17 de marzo de 1916. Fue en el Salón Vizcaya, por aquel entonces templo de las varietés, con los cuplés A mí, La Argentinita y La panderetera. Al día siguiente dijo la prensa de ella que había aportado "un granito de sal que hacía del cuplé algo serio y blanco, bien distinto de la ñoñez, la procacidad y la cursilería de las infinitas niñas y matronas que van por esos escenarios del diablo repitiendo siempre el mismo estribillo". Ya era una voz distinta para aquel Bilbao.
Poseía una voz muy agradable y una singular gracia que inmediatamente la encumbró en el género de las variedades, donde empezó a trabajar con su madrastra formando el Dúo Laurins, hasta que a Emilia le llegaron contratos para actuar ella sola en el Romea y en el Salón Vizcaya.