Sábado 10 de agosto de 2024
Para las primeras elecciones legislativas de junio de 1977, el EAJ-PNV cometió el suicidio de presentarse como lista para el Congreso en una coalición con Esb, Esei y el PT, ante la protesta de Don Manuel de Irujo que sabía que una sigla histórica no se puede diluir en una sopa de letras. Lo hicimos y lo pagamos. El ciudadano no quiere aventuras y máscaras, sino que el pan sea pan y el vino sepa a vino. Los resultados que obtuvimos avalan este aserto. Desaparecidos en combate.
Parte del electorado del PNV se fue a UPN y la Marcha de la Libertad de HB asustando a la ciudadanía como lo hizo, mientras ETA mataba, hizo el resto. Desde entonces no hemos levantado cabeza en Navarra a pesar de ser la sigla más histórica que tenemos. Este año hemos recordado como en Castejón, en la Gamazada, estuvo nada menos que Sabino Arana. Pero hoy en día no se nos identifica como PNV salvo en círculos políticos y periodísticos. Para la ciudadanía no existimos como tales. En Iparralde hemos ido a cara descubierta y no nos va nada mal.
Destaco hoy lo que está ocurriendo con UPN en Berriozar con la dimisión de once concejales, todo un síntoma de grave crisis, creyendo que es el momento de mirar hacia ese espacio, con personalidad propia, sin complejos y con una ideología definida, abertzale, navarra y progresista pero sin mirar tanto a lo que hacen Sumar o Podemos, porque somos un partido histórico que abarca un espacio comprendido entre el centro izquierda y el centro derecha, y, por eso, ante lo que está ocurriendo debemos sacar alguna que otra conclusión.
Reproduzco la información aparecida en Noticias de Navarra sobre esta crisis que habla por sí misma:
No quieren sustituir a la que fue su número uno y, si no hay más bajas, quedarían 4 miembros de la candidatura de 2023 para cubrir su puesto
Tercero desde la derecha Francisco Javier Torrecilla, por ahora único edil de UPN en Berriozar Jesús Garzaron