En la Exposición de París del año 1867 se constituyó un Jurado encargado de recompensar a las personas, organizaciones o países que hubiesen conseguido asegurar de una manera más eficaz a las clases sociales, un bienestar moral y material. El conde de Moriana, representante de España en dicha Comisión, expuso los méritos contraídos por los vascos, y, después de un estudio sur place, se concedió a nuestro país una mención honorífica.
Con este motivo, Mr. Thierry Mieg, en la sesión del 9 de febrero de 1868, se expresó en los siguientes términos: