Unos construyen, otros destruyen. Matan a dos guardias civiles en Capbreton. Queman el coche del alcalde. Atentan contra el batzoki de Durango. Incendian cajeros automáticos. Vuelven cenizas el negocio de la mujer de un ertzaina. Y, ésta semana, queman el Juzgado de Paz de Ondárroa.
Reconozco que me quedé un poco atónito el jueves 22 cuando leí un titular que decía:" Costas asumirá la rehabilitación del Paseo entre Saturraran y Arrigorri". ¡Caramba! Me dije. Cualquiera que lea esto pensará que esta iniciativa surge espontáneamente de Costas porque nada se decía que detrás de ella había habido una enmienda del Grupo Vasco del PNV en las Cortes Generales que había logrado que en estos presupuestos del Estado se consignaran un millón setecientos mil (1.700.000 €) Euros para hacer la totalidad de la obra.
Bueno, ya estamos aquí con la quinta entrega. Han sido éstas: "Unos construyen, otros destruyen "(1); "La espina de pez"(2); "¡Ostras!:Cuatro ascensores para Ondarroa"(3); "Para cabreo de ANV una playa limpia en Ondarroa y una apuesta por el Paseo Marítimo"(4).
Este es el cuarto post que cuelgo sobre Ondarroa. Con ellos quiero mostrar las distintas formas de actuar del PNV de los que se dicen de ANV. Unos construyen, otros destruyen, queman el coche del alcalde, el negocio de la esposa de un ertzaina,
Xabier Arzalluz con esa capacidad innata que tiene para describir situaciones y en dos trazos calificar a las gentes, dijo hace algún tiempo una verdad como un templo: "Para ser radical, primero hay que ser inteligente. Los radicales garrulos son un azote y una rémora para la causa que dicen defender".