El documento de los 339 sacerdotes vascos intentaba analizar las realidades social y política en la que se desenvolvía el Pueblo Vasco en aquel 1960. Este análisis se vertebraba en torno a dos ejes: la defensa de los derechos de las personas y los pueblos, en concreto del Pueblo Vasco, y la condena del régimen del general Franco.
Los sacerdotes ilustraban su escrito, dirigido a los obispos de las cuatro diócesis vascas, con una cita del cardenal Saliege, que decía «Resignarse ante la injusticia sin protestar contra ella, sin luchar, no es digno de un hombre ni de un cristiano».