Su cara y expresión es la imagen exterior de la exposición “AZKEN BATALOIA” inaugurada ayer en los bajos de las JJ.GG. de Bizkaia (Hurtado Amezaga, Bilbao) realizada por el periodista Vasco-Chileno, Mauro Saravia, en coordinación con INTXORTA KULTUR ELKARTEA. La misma en junio estará expuesta en el Palacio Jane (Miravalles), contando con la presencia de Baltasar. Ayer pasó uno de los mejores momentos de su vida, según palabras del mismo, agradecido por acordarnos de él.
Baltasar Delgado tiene 98 años y es natural de Ugao, mecánico de profesión y músico por devoción, siendo el batería de la mítica orquesta Nervión.
Ya en Julio de 1936, siendo militante socialista y con tan sólo 17 años, acudió al cuartel de Garellano de Bilbao para alistarse voluntario, siendo encuadrado en el tercer Batallón que la UGT-PSOE formaba con el nombre de “González Peña”, en honor al combativo diputado asturiano preso en la revolución de 1934.
Pronto fue enviado al frente más amenazado, el guipuzcoano, para frenar el avance franquista que venía de tomar casi toda Gipuzkoa. Desde Eibar y tomando posiciones en el monte Akondia, Elgueta y Elorrio, tuvo Baltasar su primer contacto con el enemigo.
Un 30 de noviembre de 1936, fueron llevados al frente de Amurrio, donde participaron en la toma de los montes Txibiarte y Sobre Hayas, duros combates encuadrados en las operaciones de la ofensiva vasca de la famosa Batalla de Villareal, y donde el batallón comandado por el belga Juul Christiaens, tuvo 20 muertos.
Después de un merecido descanso en Balmaseda, y al iniciarse la ofensiva final de Mola sobre Bizkaia el 31 de Marzo de 1937, el batallón de Baltasar fue enviado a la sangrienta batalla de Saibigain, donde el monte fue perdido y reconquistado varías veces quedando regado con la sangre de cientos de gudaris y milicianos.
Después de diferentes combates en lugares míticos de la memoria vasca como Sollube, Cinturón de Hierro o Artxanda entre otros, y ya perdido Bilbao, el batallón fue replegándose por las Encartaciones hacia Cantabria, siendo Baltasar hecho prisionero en el monte “Castro Allen”.
Allí comenzó un nuevo periplo, pero esta vez de miseria y penurias: campos de concentración y batallones de castigo de trabajadores en Miranda de Ebro, Extremadura, etc.
Por suerte, Baltasar Delgado volvió a dar “guerra”, pero esta vez con su batería, alegrando con sus redobles a aquellos afortunados que pudieron escucharle durante los 30 años que duró el éxito de la orquesta Nervión….hoy nosotros nos sentimos afortunados de tenerle con nosotros. Hoy no nos tocará la batería, pero si nuestro corazón.
Texto escrito por UGAO BURDIN HESIAN.
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